"El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia,
si no el que pudiendo ser injusto no quiere serlo"


domingo, octubre 16, 2011

Mi vieja es una genia.

Los médicos son tipos capos. Porque saben que luego de sacarte de un lugar cálido, cómodo y de tirarte sobre una mesa fría, hacerte llorar y tratarte de una forma en la que te das cuenta que la cosa de este lado no será fácil, saben que sólo los brazos de mamá pueden darte la paz, el cuidado y quitarte las ganas de odiarlos para todo el viaje. Como dije, son tipos capos.
Entonces te depositan en sus brazos, ese lugar que debe ser lo más parecido al cielo, y ves por primera vez esos ojos que te miran como nadie más lo hace. Esos ojos que, más adelante, te van a decir que te siguen queriendo aunque vos los hayas defraudado, no te hayas portado bien o no hiciste lo que tenías que hacer. Esos ojos que se alegraron con tu primer paso y se llenaron de lágrimas con tu primera palabra.
¡Pero qué tipos capos los médicos!

Hoy es el día de la madre y yo no quiero caer en eso de que “el día de la madre debería ser todos los días” o cosas por el estilo. Sin embargo, quiero intentar decirle a mi vieja cuán importante es para mí. No soy bueno con las palabras habladas, por eso recurro a los textos, mi verdadero idioma nativo.
De todos modos, estoy convencido que para que ella entienda cabalmente, debería hablarle con acciones, que es el idioma del amor… el único idioma que mi vieja entiende a la perfección, eso que habla alemán (pobre, siempre intenta enseñarme sin rédito alguno) y geringoso (en este sí soy bueno).

La Tita, como le dice mi abuela, ha sido siempre el apoyo que necesité. Sin saberlo, muchas veces, y muchas otras, sin saber siquiera en qué me apoyaba. Como dije antes, soy muy introvertido, y ella siempre respetó mi raye. Sabe cuando estoy mal, pero nunca intenta lograr que le cuente por qué. Sin embargo, me prepara la mejor leche chocolatada del mundo y trata de alegrarme la vida con palabras simples y cosas cotidianas. Lo bueno es que lo logra. Siempre.
Ella me enseñó lo bueno y lo malo de las cosas. Me enseñó a querer aunque no me quieran. A perdonar. A valorar la amistad.
¡Vaya si lo hizo!
Sobre todo cuando caía a casa con los pibes del secundario (rateados, como corresponde) a casa a preparar tortas fritas, a mirar pelis, a jugar en la compu… quinientos negros en casa y ella diciendo feliz “prefiero que estén acá, en casa, antes de que anden en cualquier lado de vagos”. En vez de expulsarlos rotundamente como lo merecían, ella decidió adoptarlos.
Todavía ahora, cuando vamos con los pibes del Club o de la iglesia, y estamos hasta el otro día haciendo líos en casa, ella no se cansa de agradecer a Dios por los amigos que tengo.
Pensar que ella insistía en que asistiera a Conquistadores. En que madrugara los domingos para no perderme los campamentos y las especialidades. Si alguien me hubiera visto rechazar sus invitaciones de la manera en que lo hacía, seguramente me pediría que devuelva mi pañuelo de Guía Mayor, que hoy luzco presumido. ¡Cuanta razón tenías, mamá! ¡Cuántas cosas me perdí por no escucharte cuando debí hacerlo!
Pero tengo que agradecerte, eso sí, de que hayas seguido insistiendo, siempre. De que nunca te hayas rendido y todos los sábados me despertaras para preguntarme si quería acompañarte a la iglesia, aunque ya sabías la respuesta. Cuanto agradezco a Dios de que nunca hayas bajado los brazos conmigo.

En este punto tengo que abrir un paréntesis antes de seguir.
Cuando crecimos, allá en mi Buenos Aires querido, con Claudio (mi hermano) tuvimos una ventaja por sobre cualquier mortal. Dice la leyenda que madre hay una sola, pero nosotros tuvimos la fortuna de tener dos. La madre de mi madre y mi madre. Mi abuela, la mujer que me vence con su mirada pura de cristal. Estar en su casa es algo así como saborear un poquito de la Tierra Nueva. Con ella aprendí, entre muchas otras cosas, el significado de la palabra cristianismo y la canción del “gatito que es muy picarón, gracioso, travieso y muy regalón”.
Hoy, ya viejo y todo, agradezco a Dios por poder seguir aprendiendo de ella. Por tenerla conmigo y porque sé que siempre estará orgullosa de mí, sea lo que sea que yo haga. Eso es impagable. No podía escribir sobre el día de la madre sin mencionar a mi abuela, la segunda en esta escala.
Cierro paréntesis.

Hay una característica de mi mamá que no logro entender. Yo no sé cómo hace para poder estar para todo el que la necesite, no importa en lo que sea.
Ella te cuida los pibes, te limpia la casa o te la vigila si te vas. Ella te arma una clase para la iglesia, te cocina en un retiro, te ayuda a preparar las cosas cuando te vas de campamento (y ordena todas las que quedan desparramadas). Te predica, te enseña de la Biblia, te escucha, llora con vos, te cuida en el hospital, te ayuda con la tarea. Es increíble. Yo no sé cómo lo hace.

En resumen, yo no soy gran cosa, pero no lo sería sin ella. No estaría donde estoy sin ella. No iría a donde voy sin ella.

Vieja, este texto va a manera de abrazo eterno. Va a manera de agradecimiento insuficiente por todo lo que hacés por mí, aprovechando esto del día de la madre.
Sé que no soy todo lo expresivo que a vos te gustaría que sea, sé que no te digo todos los “te quiero” que quisieras que te diga, pero en este espacio quiero decirte a los gritos para que no te queden dudas, nunca: ¡TE AMO CON TODA MI ALMA Y MI CORAZÓN!
Gracias por todo, mamá.
¡Qué tipos capos que son los médicos! Pero mi vieja lo es mucho más. ¡Feliz día!


11 comentarios:

  1. Bueno, me agarrás en vela y encima leo ésto. No sé si envidiarte más por lo bien que lográs expresarte cuando escribís o por tu Mamá. No todos tenemos la bendición de tener una de la calidad de la tuya. Pero qué bueno que un amigo mío pueda disfrutar de semejante bendición!
    Con un abrazo muy desenfocado (por la hora y porque no me quedan neuronas), me despido.
    vb

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  2. Me hiciste lagrimear pensando en mi mamá...y en lo mucho que me gustaría que mis hijos hablen así de mí...trabajo día a día para eso, un abrazo pabli! ♥

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  3. Viste que en el fonfo vos tambien sos pura ternura?? jajajja te quedó muy lindo, dale un beso grande y un abrazo de mi parte a la "tia" que ya adopté

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  4. Uh.. una estocada directo al corazón, de tu madre en primera instancia, y del resto de las mujeres sensibles que se animen a leerte. Parece que la mayoría de las "mamaes" tienen ese don de saber todas las cosas (hasta las q no les decimos), hacer todo, estar en todos lados y ocuparse de todos... Y es genial contar con un ejemplar de esos por familia, la vida sería muy complicada sin ellas.
    Me alegra ser parte de esos seres adoptados por tu madre.. y se que todos los q pasamos por ahi, aunque solo haya sido una vez, queremos volver... porque la casa Ramos no es una casa, es un HOGAR. :D
    Gaby

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  5. Ah... me olvidaba: feliz día para Mirta, la genia!

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  6. Pablito, tu vieja es una genia! Jejej. Siempre le caemos, y ella siempre nos recibe con su alegría y cariño!! :D Feliz día a ella!! Un beso!

    (Muy lindo el textooo!!)

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  7. aunqe sin conocerla personalmente, luego de leer esto, me doy cuenta qe tu vieja es una "tipa capa".. Felicitaciones por tus expresiones qe hacen lagrimear y por la madraza qe tenes! Dios siga bendiciendo ese hogar! :)

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  8. Muy hermoso texto!!, tenés un don precioso, felicitaciones (vimos tu texto en clases hoy)!!!! y muchas mas felicitaciones por tener tan bella madre!!! dale un fuerte abrazo de mi parte, aunque no la conozca, se nota que es una auténtica mujer virtuosa, tu texto me hizo apreciarla! Mi madre también es asi, un ejemplo de persona y de amor! FELICITACIONES POR TU MADRE Y POR TU DON! DIOS TE BENDIGA ABUNDANTEMENTE!!!!

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  9. Ya pasaron unos cuantos días en que, me escribiste esas preciosísimas letras,par el día de las mamis.Como soy algo lenta...para algunas cosas, no es poque no haya tenido tiempo,o por algun otro motivo,la única razón era que no podía encontrar de nuevo,este lugar para comentar,je.
    Te agradesco un montön de veces,el hacerme sentir importante, en tu vida,otra vez gracias hijo, mi Pablín.
    No tengo ël dón de letras,qué tenës vos,o jugar con ellas con la facilidad que lo hacës.Solo puedo no dejar de agradecer a Dios porque me a permitido tenerte y criarte,todo este tiempo,despues de haber orado mucho,y haberle suplicado a mi Señor que llegaras, para alegría de papi,mia y en especial de tu hermanito Claudio, que te esperaba con änsias. Recuerdo como que fuera hoy a Clau decir, ¿cuando llega,mi hermanito mamá?y ponía juguetes, autitos camiones,y soldaditos,alrrededoe de mi panza, para jugar contigo.Al fín un 7 de octubre llegaste, a ocupar el lugarcito que te teníamos para vos,¡¡Qué alegría!! fué recibirte.
    Cuando llegaste a mis brazos al igual había hecho con tu hermano.Te alcé lo más alto qué pude y exclamar.. .Señor Señor, Gracias, gracias,Ayúdame oh! Dios a criarlo para ti,y solo para ti.
    Aún hoy no dejo de agradecer a Dios por haberte enviado a mi vida.Eres un duce hijo,siempre preocupado por si estoy bién o trizte,muchas gracias querido,muchas gracias,no tengo más palabras, que gracias hijito.te amo,con toda el alma.nunca dejaré de orar por ti tenlo por seguro.Dios te colme de bendiciones,y llene de estrellas tu vida. Un beso grande de mami.

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  10. Como ya te dije, al leer tan bellas palabras no es muy difícil tomarle cariño, aún sin conocerla. :)
    Muy lindo y cierto... no hay nada en el mundo que pueda compararse al amor de una madre, es el más puro y sincero, ya que no se marchita nunca.

    Sencillamente HER-MO-SO! :)

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