"El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia,
si no el que pudiendo ser injusto no quiere serlo"


jueves, febrero 14, 2013

Soundtrack


Toda escena de amor que se respete tiene el apoyo de una buena banda de sonido. Uno no puede imaginarse un beso sin música que te traslade al clímax del momento y que te haga humedecer los labios, como si fueras vos el que está besando. El amor, sin música, no es amor.
Obvio, tiene que tener un excelente diálogo, tiene que haber química entre la pareja, el contexto, la historia, todo eso suma al momento de inmortalizar amores. Es toda una sucesión de acontecimientos que fueron gestados con el único fin de obtener el beso deseado, de poder ser uno con la persona que amás y de saber que no se podrá estar más cerca, jamás.

Pero, gracias TNT, esto no ocurre solamente en las producciones de Hollywood. Todos tenemos en la vida nuestros momentos melódicos.
Ese segundo donde en nuestra cabeza suena, soberbia, la orquesta que musicaliza el instante que estamos viviendo. No hace falta siquiera cerrar los ojos, el sonido quiebra la quietud del momento y viaja sin demora hasta nuestros corazones, donde se queda para siempre. Puede ser un beso, un triunfo, una mirada. Cualquier cosa puede ser un disparador para la banda de sonido de nuestras vidas.

A mis manos llegó navegando en un cascarón de nuez el diario musical de Ernesto Mendoza. Parece que el tipo era un obsesionado con registrar estos momentos a modo de obra de teatro, al mejor estilo Shakespeare. En realidad, no se sabe bien si para él el teatro era la vida, o la vida era un teatro. No se sabe, tampoco, si él era todos los personajes o si todos los personajes tenían parte de él. Tampoco se conoce si la mujer amada era siempre la misma. La única certeza que tienen los textos que transcribo es la de no tener certeza alguna acerca de las historias que relatan.



Noche. Salón bailable. Córdoba, Argentina.
El lugar está poco iluminado. Las luces centellean al ritmo de la música. Están en Córdoba porque es su viaje de séptimo grado y es tradición visitar esa ciudad.
Ellos se miran de un extremo a otro del lugar. Todo el año ella estuvo mirándolo desde el otro extremo, notando que mientras ella pasaba el tiempo mirándolo, él miraba a Roxana, siempre hermosa y sonriente.
Pero esa noche es distinta. Un rato antes él se fijó en ella y su mirada, por primera vez, gritaba “te quiero” sin tapujos.
Camina decidida, esquivando pibes que bailan sin saber que el universo va a detenerse de un momento para otro. Ella camina sin desviar la mirada en los ojos del pibe, que la espera. Cuando está cerquita, cuando casi no hay espacio entre ellos, él la toma de la mano y caminan hasta la pista de baile, siempre sin dejar mirarse, sin cortar esa conexión que los unirá para siempre.

♫♪ Knock-knock-knockin' on heaven's door!
Knock-knock-knockin' on heaven's door! ♪♫


Él: Estás hermosa…
Ella: Callate y dame un beso.

♫♪ Yeah! ♪♫



♫♪ Tengo una mala noticia
no fue de casualidad
yo quería que nos pasara... y tú, y tú
lo dejaste pasar. ♪♫

Noche. Interior de un auto estacionado en una calle cualquiera.
Ella sabe que no debería estar donde está. Sabía que esto podía pasar, y sin embargo, ahí está.
Él conoció el amor a través de sus ojos. Ella siempre pensó que no lo amaba, que le era indiferente, que lo que sentía por su novio era mucho más fuerte. Y sin embargo, ahí está.
Sabe que corre riesgos, pero piensa que puede dominar la situación. La batalla interna es la más grande que alguna vez tuvo que confrontar. Sabe que está mal. Que no debe. Y sin embargo, ahí está.
Ella decide que no puede pasar, pero él la besa. Y sabe que se arrepentirá, pero sin embargo, ahí está. Y ella también lo besa. Y se dan ese primer beso que será eterno. Y que será único. Y se da cuenta que por eso está ahí.

Ella: Te voy a decir dos cosas…

Se acomoda la voz y hace una pausa, eligiendo con cuidado las palabras que quiere pronunciar.

Ella: Yo tengo novio… y lo quiero.

Él aleja su rostro, pero sigue mirándola, perdido en los ojos que ama.

Ella: Segundo…

Esta vez no encuentra las palabras.

Ella: Segundo… me muero de ganas de besarte.

Se mirara sin temores y se besan sin pudores.

 ♫♪ Nada, nada de esto,
nada de esto fue un error. ♪♫



Banco de una plaza. Debe ser cerca de una terminal de ómnibus porque continuamente están pasando coches de pasajeros por la calle y el ruido no los deja hablar con tranquilidad.

Ella: Yo no sé… no estaba segura de venir.
Él: A mí me pasaba algo parecido… o sea… somos primos…

Ella lo interrumpe, sin dejarlo terminar la afirmación formulada.

Ella: ¡No! Primos segundos… que llegado el caso, no es lo mismo. Ni siquiera tenemos el mismo apellido.

Él duda.

Él: Puede ser, pero ese es un tecnicismo que nuestras familias no van a entender.
Ella: Seguro que no… pero algo tiene que costarnos esto que nos pasa.

Ella lo mira con sus ojos claros, profundos. El cielo de la tarde se refleja en su mirada y la belleza de los ángeles en su rostro.
El corre su cabello rojo con una mano y lo acomoda detrás del rostro perfecto.

♫♪ El poder que tenés sobre mí
ya me aleja de la oscuridad
y no hay nada en el mundo
que nos pueda hacer mal. ♪♫



Noche. Frente de una casa. Despedida.
Ellos están tristes porque saben que el amor prohibido es precisamente eso. Prohibido. Se aman en silencio pero ni siquiera se permiten hablar del tema. ¿Para qué? No es necesario, se entienden con la mirada.
Ella juega con las llaves del auto. Él la observa por completo, incluso hasta su alma.
Se dan un abrazo para despedirse.
Primero es de cortesía, pero cuando sus cuerpos se rozan, cuando el calor de uno es parte del otro, cuando la distancia es mínima pero la proximidad es gigante, no resisten, no pueden luchar más contra el deseo. Saben que esa chance no se les volverá a presentar. A ella la esperan en su casa y él no puede seguirla. Están juntos. Es acá, es ahora. Puede que nunca haya un después.
Se abrazan tiernamente, con firmeza.
Es un abrazo de separación, triste. Es un abrazo que dice te amo, pero precisamente por eso te dejo ir, pero te aprieto fuerte para que sientas cuánto quisiera no soltarte nunca más. Es un abrazo que habla. Y llora.

♫♪ I see the best of me inside your eyes.
You make me smile. ♪♫



Noche. Interior de una habitación.
Las sillas están amontonadas junto con la mesa en un rincón. Colchones el en piso. Dos personas yacen durmiendo a su lado, pero él da vueltas en su improvisada cama. Escucha los pasos de su amiga, esa amiga que siempre ha sido esquiva para él. Es su amiga, pero también es más que eso. Han imaginado eternamente con la posibilidad de poder estar juntos. Se quieren, no saben cuánto siquiera.
Él no sabe si escribirle un sms diciendo lo que está pensando. Duda. Es su amiga. Pero también es algo más.
Los pasos se sienten cerca. Con sigilo, ella entra en la habitación.

Ella: Perdón… me olvidé el celular.

Se dirige hasta la silla donde quedó olvidado el dispositivo móvil. Lo levanta con cuidado y vuelve a salir.
Está vestida ya para dormir. Un pijama corto, que deja ver sus piernas. La remera marca todas sus curvas.

Es demasiado para él. Agarra su celular con presura y escribe.

SMS Él: Muero de ganas por subir…

Impaciente, espera la respuesta. No deja de mirar el aparato que sostiene con su mano derecha. Al poco tiempo, la batería hace vibrar el aparato y lee.

SMS Ella: Vení.

♫♪ Amiga mía, princesa de un cuento infinito.
Amiga mía, tan sólo pretendo que cuentes conmigo. ♪♫


Estos son algunos de los relatos extraídos del diario de Ernesto Mendoza. Hay muchos más, que debido al espacio del blog y de la paciencia de los lectores, hemos dejado fuera de esta primera selección.

Sin embargo, los textos de Mendoza hacen que divague por avenidas poco iluminadas y me apresure a sacar alguna que otra conclusión.
Los momentos musicalizados son efímeros. Prácticamente muertos antes de nacer. Sólo permanecen en nuestros recuerdos y en los de nadie más. Eso era de esperarse, ya que somos los únicos que sentimos la banda de sonido en el instante mágico. Pero la historia sigue. Algunas veces comienza a sonar nuevamente la música que nos acerca al amor pero otras veces la melodía se vuelve triste, solitaria, hasta fatal, en los peores casos. Y ahí estamos nosotros, abrazando memorias, olvidando guiones, imaginando finales alternativos.

Pero esto no es del todo malo. Para nada. Es fundamental comprender que la vida es un compilado de momentos musicales. Vamos saltando de una escena a la otra. Esperando la música estruendosa que indica el final de nuestra película, no porque hayamos muerto, sino porque recién estamos comenzando a vivir.

26 comentarios:

  1. No pude evitar recordar la música de mis momentos...ni tampoco sonreír al recordar.
    Muy bueno :)

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  2. Obviamente, la invitación a que compartan sus momentos y sus bandas de sonido está sobre la mesa!!

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  3. Nose si la palabra Justa es enamorarsse pero, que te den ganas de Escuchar esos temas a todo volumen..a las 07.00 a.m en la oFicina de Casa de Gobierno es sii una buena señaall !!! Felicitaciones y Gracias por el Recuerdo Capitan!!

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  4. Muy buenoo!! A veces el soundtrack es un poco triste, pero es verdad, sin música las vivencias no serían ni remotamente las mismas.

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  5. es muy bueno, automáticamente te transporta al momento. :)

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  6. Como te digo, la parte narrativa no la vas a lograr, jajaj pero te puedo hacer un soundtrack cortito y al pie, el primer tema es inevitable para la lista ja!:

    -Qué quiere la chola - Los Palmeras.
    -Ultimamente - Coti.
    -Estelares - Ella dijo.
    -Nadie sabe dónde - Ivan Noble.
    -Black Russian - Indio Solari.
    -Confesiones de Invierno - Sui Generis.

    No siempre los recuerdos son tan buenos.. Pero con estos temas, no sé, son.

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  7. Muchacha ojos de papel
    Confesiones de invierno
    Quizás porque..
    Juntos a la par,
    Mariel y el capitán!
    etc.. ejej

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  8. muyy bueno!!!!
    y sí, siempre hay una banda sonora girando en nuestras cabezas, el asunto es recordar cuál sonaba en el momento.
    Ly

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  9. Hasta ahora, lo poco que voy recordando, son despedidas, con fondo musical en mi cabeza.
    Ly

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  10. Por hay me siento muy reflejada, por ejemplo. muchachas ojos de papel, me hace acordar cuando me ente q iba a ser mamá, cuando dice "a donde vas?Quédate hasta el alba." me quede esperando 9 meses hasta q salio el sol.
    "Duerme un poco y yo entretanto construiré
    un castillo con tu vientre hasta que el sol"

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  11. http://www.musica.com/letras.asp?letra=803366

    ♫♪"...Por haber nacido en el mismo siglo..."♪♫
    Ly

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  12. cualquier similitud con la vida real NO ES COINCIDENCIA.

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  13. http://www.youtube.com/watch?v=QqNUePCICG8 la musica de "aquellos maravillosos años", cada escena que vivia en la escuela, las aventuras que le sucedian, se recreaban en mi vida y sonaba en mis oidos esta banda musical

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  14. Me colgué pensando que, a veces, las melodías que suenan en mi cabeza y en momentos sublimes, son imponentes. Y lo que me mata es no saber si en la cabeza del otro suena la misma música.
    Pero pude comprobar que incluso después de muchos años, hay canciones que me recuerdan a personas del pasado. Y, con alegría, esas personas piensan en mí con otras.
    Evidentemente, somos seres musicales.
    Ah! para la estadística, entre otros:
    INXS: By my side
    Soda Stereo: Corazón delator (que en mi humilde opinión es el mejor tema lento de la lengua castellana).

    Gracias, Capitán, por evocar esos momentos!
    Abrazo desenfocado!

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  15. "La vida es un compilado de momentos musicales" totalmente de acuerdo
    "Y sin embargo" Sabina
    "Sin documentos" los Rodríguez
    Tu amor Pedro Aznar
    Cuando me empiece a quedar solo, sui generis
    Y miles mas. ...
    Heidi

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  16. Qué triste y monótona sería la vida si no hubiese sabores, colores, olores y sonidos que le diesen sentido. Tuve que pensar bastante cuáles son las canciones que me trasladan hacia un momento, lugar o persona del pasado. Sin duda son mas, pero por ahora recuerdo algunas pocas:
    "Canción para tomar el té" y "El caballo verde" (cantos q cante repetidas veces trabajando con niños... pensaban q lo hacía por ellos)
    "Será" de Los Rancheros fue el primer tema q aprendi de memoria. "Necesito" de Sui Generis, "Me haces bien" y "Sea" de Drexler", "Agua" de JDP, y las más actuales:"La llave" y "No me olvides" de Abelito Pintos. Eso no es todo, pero es mucho ya. Otro día sigo. Abrazos!

    Ga

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  17. YO TENGO VARIOS MOMENTOS MUSICALES...
    TODA MI INFANCIA FUÉ CON:
    CÉSAR BANANA Y... "CONOCIÉNDOTE"
    "MARISA Y TERESA" DE CAROZO Y NARIZOTA
    "HOY TE ESPERÉ" Y "PELOTAZO EN CONTRA" DE JHONY TOLENGO
    "ES MI MAMÁ" Y " LOS ABUELITOS" DE TOPO GIGIO, CANCIONES QUE HASTA EL DÍA DE HOY ME HACEN LLORAR CUANDO LAS ESCUCHO
    "TODO MEZCLADO" DEL PATO CARRET, ESTA ME RECUERDA LA CASA DE MIS ABUELOS Y "EL SHOW DE AJ", UN PROGRAMA QUE VEÍAMOS EN EL ANTIGUO CANAL 3 DE ROSARIO....
    EN LA PREADOLESCENCIA:
    PABLITO RUIZ..JAJAJA "OH MAMÁ" ERA LO MÁS Y "MANÍAS" TAMBIÉN... JAJAJA ME ACUERDO Y ME DÁ MUCHA GRACIA.
    ADOLESCENCIA:
    VILMA PALMA Y "DALE PELADO", HABÍA UN PROGRAMA EN LA RADIO QUE SIEMPRE ESCUCHABAMOS, SE LLAMABA " LOS LATINOS DE LA 100" , EN ESA PASABAN CANCIONES ROMÁNTICAS, EN SU MAYORÍA, MI VIEJA NOS HACÍA ESCUCHAR ESO..."SIMPLEMENTE AMIGOS" ANA GABRIEL, ESA ES LA QUE ME QUEDÓ GRABADA, "INUNDADOS" PARALAMAS, "ME HACES TANTO BIEN" AMISTADES PELIGROSAS.... QUÉ RECUERDOS!!! BAILÁBAMOS CON MI HERMANA EN EL LIVING DE MI CASA, YO SIEMPRE CANTABA JAJAJA... MI MAMÁ SE SENTABA A MIRARNOS PORQUE NO PODÍA CREER QUE ESTUVIÉRAMOS TAN LOCAS.
    ME LLEGÓ EL MOMENTO DE LA CUMBIANCHA, CERCA DE LOS QUINCE:
    "LA VENTANITA" DE SOMBRAS
    "YO TOMO" AMAR AZUL
    "LA LUNA Y TU" RÁFAGA
    SE ME PASÓ Y EMPECÉ A ROCKEAR...UY! QUÉ MEZCLA NO? PERO ACÁ ME QUEDÉ...
    ATTAQUE 77 "HACÉLO POR MÍ"
    SUI GENERIS "NECESITO"
    SUI GENERIS " ESTACIÓN"
    DE TODAS MANERAS LAS CANCIONES ME TRANSPORTAN ASÍ QUE DE VEZ EN CUANDO VUELVO A ESCUCHARLAS, Y LAS DISFRUTO MUCHO!
    AHH... ME OLVIDÉ DEL TANGO "VOLVER" ESE ME ACOMPAÑÓ TODA LA VIDA, LO CANTÁBAMOS CON EL ABUELO....

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  18. Esto es muy difícil, tengo una lista muy larga. De más está decirte que mucha de la música de mi vida esta impuesta por tu adolescencia y más de una vez manchada por tus gustos. Gracias, en serio. Por tal motivo decidí dejar de lado a Joaquín, Andrés, Bono y Freddie, entre otros muy familiares para ambos.
    Rata Blanca- La Leyenda del Hada y el Mago, me recuerda a Claudio contándome canciones porque ya se le habían agotado todos los cuentos, y yo seguía hinchando con historias.
    Macaferri y Asociados- Canción de Cuna para María, me hace acordar a vos cantándome todas las canciones existentes para tratar de hacerme dormir, que incluían todos los nombres de nuestra familia remplazando el Noni, noni, y que siempre me hacían sentir segura.
    Ignacio Copani- Le Falta Andar, me hace sentir más que afortunada con la familia que tengo y el barrio en que crecí y que siempre va a venir conmigo.
    María Elena Walsh- El twist del Mono Liso, me lleva al jardín muy aburrida, mirando lo grosa que era la Seño de la sala de al lado y pensando en que cuando yo sea grande voy a ser como ella.
    Guns N' Roses - Patience, Don’t Cry. Hay un gil por ahí que las toca en la guitarra.
    Alejandro Sanz- Corazón Partió. Chicos, amigas, charlas, adolescencia.
    Y algunas variaditas para agregar a tu lista de reproducción así escucho alguna que me guste: Mika- Your Sympathy.
    The Killers- Human.
    Adele- The One and Only, Someone Like You.
    Sara Bareilles- King of Anything.
    Jason Mraz - I Won't Give Up.
    Jack Johnson- Better Together.
    Ingrid Michaelson- You and I
    Etc. y más etc. 

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  19. De la adolescencia temprana
    Morrisey, de Leo García
    A little respect, de Erasure
    Sin documentos, como dice alguien más arriba, qué gran tema.
    Bienvenida seas, de Antonio Birabent.
    Supongo que todos son de la adolescencia, jaja, cuando más susceptibles somos a las melodías pegajosas y las letras melosas :P En esa época aprendemos a serlo y después nunca se nos termina de quitar del todo, aunque hay que ver qué tan deseable sería...

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  20. Él venía de un viaje de mochilas cansadas. Yo pateaba veranos sin sol…
    Después de tomar un helado, y de haber caminado como quien no quiere la cosa, fuimos a mi casa y nos sentamos en los sillones del jardín. Sus ojos tenían un brillo especial, ese que denota la alegría pulseando con la tristeza. Comenzamos a discutir entre risotadas sobre cuál equipo era más grande, si el mío “Luces Desquiciadas” o el suyo cuyo nombre ya no recuerdo. La disputa nos llevó a forcejear entre cosquillas, y esto a que yo termine sentada en su regazo, con el cuerpo inclinado imposibilitada de oponer resistencia. Entonces su boca hizo migajas mi soledad, igual que un niño a un alfajor en el recreo. No fue hasta ese momento que escuchamos la radio a lo lejos: “A dónde vayas… Donde te quedes, ahí quiero estar…”. Mi corazón latía con fuerza. Era demasiado. Cuando logré incorporarme fui hacia la música para callarla. Mis pensamientos eran un revoltijo de formas y colores, que poco a poco fueron armando un gran cuadro. Quedé perpleja al descubrirlo. Sentí temor de derrumbarlo. Decidí dejar de buscar las razones de ese momento. Decidí reconocer que mi orgullo había perdido la brújula. Decidí dar media vuelta y regresar. Pero decidí demasiado tarde… La canción ya no sonaba… Y él ya estaba en otro jardín.

    (“A dónde vayas”, Soledad Pastorutti)

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  21. Yo tenía once años cuando el vino y me preguntó: "Queres ser mi novia?" En ese momento el tema que sonaba era La Ciguapa, de Chichi Peralta, nada que ver el chancho con la margarita, pero hoy todavía puedo ver la inocencia de esos años y sentir la ternura del primer beso al escuchar ese tema.

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  22. Yo tenía once años cuando el vino y me preguntó: "Queres ser mi novia?" En ese momento el tema que sonaba era La Ciguapa, de Chichi Peralta, nada que ver el chancho con la margarita, pero hoy todavía puedo ver la inocencia de esos años y sentir la ternura del primer beso al escuchar ese tema.

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  23. Yo tenía once años cuando el vino y me preguntó: "Queres ser mi novia?" En ese momento el tema que sonaba era La Ciguapa, de Chichi Peralta, nada que ver el chancho con la margarita, pero hoy todavía puedo ver la inocencia de esos años y sentir la ternura del primer beso al escuchar ese tema.

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  24. Yo tenía once años cuando el vino y me preguntó: "Queres ser mi novia?" En ese momento el tema que sonaba era La Ciguapa, de Chichi Peralta, nada que ver el chancho con la margarita, pero hoy todavía puedo ver la inocencia de esos años y sentir la ternura del primer beso al escuchar ese tema.

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  25. "la vida es un compilado de momentos musicales.."
    Nostalgia, tristeza, felicidad, suspenso.. tantas emociones descritas en letras..
    Muy bueno capitan! Muy real..

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