"El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia,
si no el que pudiendo ser injusto no quiere serlo"


jueves, noviembre 21, 2013

El paisaje más hermoso del mundo



La belleza siempre es subjetiva. Lo que para algunos es bonito para otros puede llegar a ser detestable. Sin embargo, estoy seguro que nadie en mi lugar podría cerrar la boca ante el paisaje que estoy contemplando. Es una mezcla de colores y armonías, pinceladas locas y trazos formales. Es el paisaje más hermoso del mundo.

Fue mi madre quién me lo presentó. En realidad, yo lo conocía bien porque lo había cruzado infinidad de veces. Pero fue luego de mi primer desencanto con el amor cuando ella se revistió de sabiduría, me tomó de la mano y me hizo ver lo que siempre había estado ahí pero yo nunca había notado. Me enseñó a apreciar lo perfecto de la creación y hoy, cada vez que una lágrima desengañada decide aparecer en mis ojos, vuelvo al mismo lugar que merma mi dolor y reconforta mi alma.

Es muy complicado describirlo con palabras porque la imponencia y magnanimidad del espectáculo hacen que el lenguaje derrape una y otra vez buscando la expresión necesaria para figurarlo.  La montaña prominente y afilada quiebra el horizonte y es el punto más resaltante del paisaje. Es amplia en su comienzo y se va haciendo cada vez más angosta a medida que avanza su extensión, para terminar en un vértice tan diminuto que hasta para un águila sería complicado permanecer en él. En la base hay dos profundas cuevas casi simétricas. El negro es tan cerrado que nunca he podido ver más allá de sus entradas y los secretos del interior permanecen ajenos al mundo, solapados por la oscuridad que los envuelve.

Un poco antes de las cavernas reposan dos médanos extensos, atravesando casi de un extremo al otro la extensión del paisaje. El valle acorralado por el relieve deja ver de cuando en cuando un conjunto de piedras blancas alineadas perfectamente que reflejan el sol y brillan como estrellas diurnas en esa bóveda celeste terrenal.

Más allá de la montaña destellan dos ónices como lagos de cristal. Cuando sopla el viento, enmaraña las motas linderas que bailan al ritmo eólico que propone la brisa. No pasa siempre, pero muchas tardes despejadas, cuando el ocaso está naciendo y la luz cae como líneas pintadas con brasas encendidas, el cristal se vuelve tornasolado y las chispas que irradia iluminan todo el lienzo perfecto, trazado con colores y formas cuál mano humana jamás podrá reproducir.

Una meseta desierta nace donde el sol cae y se extiende cubriendo el resto de lo que alcanzo a ver desde mi lugar preferido para observar el cuadro total. Las sombras de las elevaciones que se irguen desafiantes se proyectan dibujando figuras danzantes que incrementan su tamaño y se van deformando a medida que el astro va retirándose del día.

Cada parte por separado es hermosa en sí misma, pero cuando se fusiona con la pieza vecina, amalgamándose  perfectamente, formando así un todo fantástico, que si no estuviera viendo pensaría que es irreal, solamente puedo exclamar “¡Mierda, che! ¿Cómo carajo puedo ser tan lindo?” La verdad, se pasó mi vieja cuando me mostró todo esto por primera vez en el mismo espejo, roto y viejo, donde hoy estoy  mirándome mientras me lavo la cara intentando despabilarme para terminar el día con las pilas recargadas. 



7 comentarios:

  1. Me gustó mucho! me voy a mirar al espejo yo también, ya vengo!

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  2. ajajajajajaj!!!!
    Grande Má! yo también tengo una! ;)
    muuuuuuy bueno!!!
    Ly

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  3. Será cuestión de buscar perspectivas positivas entonces...

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  4. Creo que estoy empezando a entender "La Alegoría de la caverna". (Platón)
    ;)
    Ly

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  5. Con tan buena redacción, como siempre lo haces Capitán, tengo que reconocer que otra vez caí presa de la lectura tan cautivante que sabes crear...

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  6. Ay capitán, y yo pensando durante toda la lectura, en que rincón geográfico de su terruño habían montañas...

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  7. Capitán! qué bueno tener lindos paisajes para inspirarnos, aunque sea así! Y será que todo depende con los ojos con que se mire!
    Abrazo desenfocado!

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